domingo, 26 de septiembre de 2010

"El Ceibo": La realidad social al descubierto


“El Ceibo” es una organización que nace en 1989, primero con la idea de reinsertar en el campo laboral a este grupo marginado llamado “cirujas” y luego comenzó a ser un proyecto para el cuidado del medioambiente, sus integrantes son recolectores callejeros que han sido capacitados para la recolección, separación, recuperación y comercialización de los materiales recuperables.
Pero para llegar a ser lo que es hoy en día, se llevaron a cabo varios pasos, primero que nada un trabajo previo de promoción ambiental en los domicilios, locales comerciales y edificios de la zona, para esto los promotores ambientales recorrieron y aún hoy recorren las manzanas, previamente asignadas, informando al vecindario de la actividad de la cooperativa; ¿quiénes son estos promotores? Los mismos hijos de esos “cirujas” que fundaron “El ceibo”, estos informan sobre cómo se tienen que separar estos residuos.
Luego está el trabajo de los recuperadores, ellos retiran puerta a puerta los materiales recuperables, y los llevan en los bolsones hasta el centro de acopio donde se separan los materiales.
En sus comienzos, la organización fue conformada por los habitantes de las casas tomadas de los barrios de Palermo y Villa Crespo, hoy en día estos mismos ayudan a otros a reinsertarse en la sociedad, a trabajar y ganar su dinero dignamente, desde jóvenes con problemas de drogas hasta gente sin hogar.
Pero detrás de toda esta historia hay una realidad poco grata, “el ceibo” tiene un contrato con el Gobierno, por eso es sus comienzos este les facilitó los bolsones que utilizan, entre otras cosas, el problema es que, como muchas cosas importantes son ignoradas en nuestro país, hoy en día “el ceibo” es ignorado, tanto que casi no cobran por el trabajo que realizan y muchas veces tienen que abastecerse ellos mismos de los elementos que utilizan para trabajar.
No sólo hay una falta de recursos que deberían ser facilitados a los trabajadores de “el ceibo”, sino un problema de educación del que no se ocupa nadie, ya que no hay clases en los colegios sobre la realidad ecológica de hoy, ni de cómo mejorarla.
Por esto, es tan importante el papel del Gobierno en encargarse de difundir y enseñar, para crear una conducta en las personas, que este tipo de organizaciones no se generen solamente en estas circunstancias, y que sobre todo, no se les de la espalda.


Publicado por: Natacha

Bolsas: papel, plástico o ...?

Muchas veces la gente se pregunta si es mejor usar bolsas de papel o de plástico a la hora de ir de compras. Y eso es, de hecho, un gran dilema. En principio parece una elección sencilla pero la verdad es que ambas opciones tienen varios puntos a favor y en contra si se las mira de cerca.


Las bolsas de papel por ejemplo, vienen de los arboles. Miles y miles de arboles son talados todos los días para la producción de papel. La tala indiscriminada de arboles tiene un terrible impacto negativo en nosotros, que da como resultado un enorme destrucción ecológica y daño natural a largo plazo. Además, el proceso de producción y distribución de las bolsas de papel es largo y tiene grandes consecuencias negativas para el planeta. 

Como las cantidades de madera son muy grandes, deben ser transportadas con maquinaria industrial desde el lugar donde estaban plantados hasta las fábricas donde se lo procesa. En la mayoría de los casos, son transportados en camiones, pero cuando la tala se realiza en áreas remotas, se utilizan helicópteros. Ambos, camiones y helicópteros funcionan con combustible, contribuyendo a la contaminación del aire y también al calentamiento global.


Los arboles se guardan por tres años, durante ese período se secan y después se cortan en pedazos muy chicos. Después se mezclan con químicos a muy altas temperaturas y la mezcla que resulta de ese proceso es la llamada pulpa de celulosa.


Luego se lava y se aclara la pulpa, para lo cual  se necesitan cientos de litros de agua limpia. Por ultimo la mezcla se coloca en una malla de bronce y mientras el agua pasa a través de la malla, la pulpa queda cuando esta se seca se forman los rollos de papel.


Ese es a grandes rasgos el proceso para hacer papel, la bolsa que te dan el el supermercado pasó por todo ese proceso. Ahora bien, te podés imaginar la cantidad de recursos y de energía que se utilizaron para producir la bolsa de papel? Te imaginás cuanto combustible se usó y cuanto se contamino en todo ese proceso?


Las bolsas de plástico, se producen a partir de la mezcla de distintos tipos de aceites y químicos. Se consumen enormes cantidades de energía eléctrica para producirlas. De hecho se necesita energía suficiente como para calentar los químicos a más de 400 grados centígrados. Una vez que llega a esa temperatura, se dividen los diferentes componentes de la mezcla y se obtienen los polímeros. La mayoría de las bolsas plásticas están hechas de polietileno, que a su vez es una clase de polímero.



Las bolsas de plástico y las de papel son igualmente malas en cuanto a su impacto ambiental negativo. Ambas requieren la utilización de muchos recursos, energía y sólo su proceso de producción genera gran cantidad de desechos, imaginate lo que contaminan si además la gente las usa sólo una vez y las tira.


La mejor solución para el problema de las bolsas es optar por una tercera opción: las bolsas de tela. Hoy todos los supermercados ofrecen ese tipo de bolsas, y si bien para algunos puede ser un gasto innesesario tener que comprar las bolsas, los beneficios se ven a largo plazo. En cuanto al consumo de energía y contaminación del proceso de producción, estas bolsas tienen impacto cierta medida. Pero la ventaja de poder volver a usarlas una y otra vez por su durabilidad contrarresta todo lo anterior.

Así que ya sabés la próxima vez que vayas de compras elegí las bolsas ecológicas.




Publicado por: Cintia








domingo, 19 de septiembre de 2010

¿Qué es la Huella Ecológica?

Todos los seres humanos, animales y plantas necesitan de comida, agua y energía para poder vivir. En el caso de los seres humanos, la cantidad  de recursos necesarios para la vida varía en gran medida según cada persona. La Huella Ecológica es una herramienta para poder medir la cantidad de recursos necesarios por individuo. Este medidor es muy útil para medir el impacto que tienen los individuos, las familias o incluso comunidades enteras sobre el medio ambiente. 
Este concepto surgió en el año 1992 cuando en la Universidad de British Columbia en Vancouver (Canadá) un joven llamado Mathis Wackerngel publicó dentro de su trabajo de tesis doctoral. La primera aproximación al concepto fue mediante la idea de una "apropiada (o no) capacidad de carga". El concepto surgió con el fin de hacer el término más accesible al público.
El método para calcular la Huella Ecológica sirve para poder comparar la demanda de los seres humanos, plantas y animales con la capacidad de la naturaleza para generar recursos.
El cálculo es muy complejo y requiere la evaluación de los recursos que una persona consume y también de los desechos que genera. Los resultados derivan de la observación de:

  • la cantidad de hectáreas necesarias para construir infraestructuras para la población (viviendas, centros de trabajo, etc).
  • la cantidad de hectáreas necesarias para producir alimentos.
  • la cantidad de hectáreas necesarias para alimentar animales.
  • la cantidad de hectáreas necesarias para contrarrestar el CO2 que generamos.
Actualmente, el consumo promedio por habitante es de 2,7 hectáreas. Con estos resultados, se puede decir que estamos consumiendo más recursos y generando muchos más residuos de lo que el planeta puede generar y tolerar.



Para dar a conocer la idea de la Huella Ecológica y promover la toma de conciencia sobre el impacto negativo de nuestro comportamiento, la fotógrafa argentina Gaby Herbstein realizó junto a la Fundación Azara una campaña llamada "Huella Ecológica: se lo hacés a la Tierra, te lo hacés vos". 


Publicado por: Cintia