domingo, 14 de noviembre de 2010

Un fallo a favor de la naturaleza

Tardó en llegar pero finalmente lo hizo, la sanción por parte de la Corte Suprema Nacional en relación a la construcción de un terraplén ilegal en los Esteros del Iberá, Corrientes.

Los Esteros del Iberá constituyen el mayor tesoro natural de la Argentina. Una vez más, la oscura mano del poder y el dinero se metió en el medio para aprovecharse y adueñarse de un tesoro público, es decir, de todos los argentinos.  

Sin embargo esta vez, la Corte pudo actuar a tiempo para frenar el avance del proyecto ilegal, el cual ya había generado modificaciones en el terreno preservado en el marco del Proyecto Productivo Ayui Grande.

La política anti-ambientalista del gobierno correntino parece estar llegando a su fin. El gobernador de la provincia, Ricardo Colombi, ya había declarado públicamente su apoyo a la modificación de las políticas ambientalistas vigentes, pretendiendo “alivianarlas”.
Colombi también había manifestado anteriormente su intención de reducir el territorio de la Reserva Natural del Iberá  y además autorizó la instalación de arroceras ilegales en la zona protegida.

El gobierno provincial deberá ahora dar explicaciones formales y presentar la información correspondiente a la autorización del proyecto ante la Justicia Nacional. Ya que ha quedado demostrado su participación en la asignación de estos territorios públicos para la explotación privada.

La provincia continúa con una postura caprichosa que resulta muy sospechosa si tenemos en cuenta que sus decisiones están actualmente causando un daño irreversible al medio ambiente. Es decir, cuál es el interés que guarda el gobierno correntino detrás de eso.


La inacción de la Justicia en todo este tiempo es inadmisible y sólo será compensada cuando esta ordene la destrucción de las construcciones no sustentables  que atentan contra la preservación y el cuidado del medio ambiente.




Fuentes:

Iberá bajo amenaza

¿Cuáles son las actividades que afectan al ecosistema?
Las principales amenazas a la reserva son cuatro; el robo de agua y de las tierras públicas, los terraplenes y las forestaciones.
Hace 26 años la zona fue declarada como Reserva Provincial del Iberá. Su uso productivo requiere de estricta planificación y controles para no dañar al ecosistema.
Existe una ley de valuación de impacto ambiental y un código de agua que rigen las actividades en la reserva. Sin embargo, actualmente la zona está siendo amenazada por la construcción de terraplenes y arroceras ilegales.




Según el investigador del CONICET, Juan José Niff, “Hay formas de producción que son posibles. Por ejemplo, la producción de animales de la vida silvestre tiene un mercado internacional muy grande; sea al momento de la visita turística, o el uso de los animales para cuero o para carne”.
Sin embargo, agregó, “Otras actividades, como forestaciones con especies exóticas o la actividad del arroz requieren cambios en el uso del agua. El excedente del campo de arroz no retorna a los cuerpos de agua de donde los han sacado. Este tipo de actividades derivan el agua a otros esteros. Esto resulta muy dañino.”
Por su parte, dos miembros de la campaña “Salvemos al Iberá”, Emilio y Sabrina Spataro,  explicaron, “Los emprendimientos productivos no deberían ser perjudiciales, ya que tendrían que desarrollarse con métodos de bajo impacto ambiental y cumpliendo con la normativa vigente.”
El gobierno de Colombi propone alivianar las leyes ambientales y achicar la reserva, y permite que existan arroceras ilegales que contaminen poblaciones y el ambiente. Tratamos de impedir que siga creciendo esa política de “Ecocidio”, que quieren imponer”, expresaron los miembros de la campaña “Salvemos al Iberá”.





La preocupación por las actividades ilegales que amenazan la Reserva Iberá es generalizada. Los habitantes correntinos no están en contra de las actividades productivas en la zona sino que reclaman que sean reguladas y amparadas por las leyes existentes que protegen al ecosistema. 

ESTEROS DEL IBERÁ: “Aguas que brillan”

Los esteros y lagunas del Iberá son uno de los ecosistemas más ricos de toda la Argentina. Su nombre deriva de la lengua guaraní "Ybera" que quiere decir "aguas que brillan".

¿Dónde está ubicado?
Se ubica en el centro norte de la provincia de Corrientes, cerca de la confluencia de los ríos Paraná y Paraguay. Ocupa el 14 % del territorio de la provincia. Es el segundo humedal más grande de Sudamérica; tiene 1.5 millones de hectáreas.


¿Cuál es su origen?
En el pasado los Esteros del Iberá eran considerados un lugar inaccesible e inhóspito. Todo cambió cuando  un naturalista francés, Alcides D’Orbigny, hizo exploraciones y estudios sobre la flora y la fauna de la zona por encargo del Museo de Historia Natural de París. A Partir de ahí, despertó el interés de varios por sus valores escénicos y biológicos.
En abril de 1983, se crea la Reserva Natural Iberá a través de la Ley Nº 3.771 y, en el 2002, fue declarado Humedal Internacional.

¿Qué lo conforma?
El Macrosistema Iberá es un mosaico de ambientes naturales que incluye:
-Grandes Lagunas
-Embalsados
-Esteros
-Bañados
-Malezales
Esta compleja trama ambiental promueve la existencia de una elevada diversidad biológica. Se han registrado 1652 especies nativas vegetales y unas 628 especies de animales vertebrados.



¿Cómo es el clima?
Es  subtropical húmedo. La temperatura media anual es de 21-22 °C. Las medias pluviométricas son de 1200 a 1800 mm/año, con frecuencia y concentración superior en el verano y otoño. Los meses más secos son junio y julio.




¿Por qué es tan importante el Iberá?
Es uno de los humedales más importantes del mundo. No sólo por la superficie que abarca sino por sus características desde el punto de vista de la biodiversidad. Además, el Iberá sustenta varias especies de fauna vulnerables y amenazadas. También es importante por su capacidad de retener y regular el agua de lluvias hace que funcione como una eficiente "represa" reguladora de aguas. 

¿Qué es una Reserva Natural?

Las reservas naturales son áreas protegidas por el alto valor de las especies tanto de flora como de fauna que las habitan. Son espacios de tierra delimitados y manejados por el hombre con el propósito de conservarlos. El motivo por el que se crean las reservas naturales es básicamente, asegurar la continuidad de todas las especies naturales para las generaciones futuras.
La historia de las reservas naturales tiene sus orígenes en Sri Lanka en el siglo III a.C, cuando el rey Devanampiya  Tissa ordenó la protección de la vida silvestre en la zona de Mihintale. Se cree que la conservación de las especies puede encontrarse incluso en épocas más remotas y aunque se desconocen los motivos se cree que pudieron ser religiosos u sobrenaturales.



En la era moderna, la reserva natural más extensa es el Parque Nacional Yellowstone. Fue creado en 1872 y está ubicado en al noroeste del estado de Wyoming, en Estados Unidos. Tiene una extensión superior a los 8.980 km2 y se caracteriza por sus fenómenos geotérmicos, posee dos tercios del total de géysers del mundo y gran cantidad de fuentes calientes. Alberga una enorme cantidad de mamíferos entre los que se destacan: coyotes, osos negros, lobos, alces, ciervos y bisotes. Además es uno de los últimos ecosistemas intactos en las zonas templadas.



Por su parte,  la UNESCO estableció la Red Mundial de Reservas de la Biosfera a través de  la cual sostiene que: “Las Reservas de la Biosfera son zonas de ecosistemas terrestres o costeros/marinos, o una combinación de los mismos, reconocidas en el plano internacional como tales en el marco del Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MAB)”. 

domingo, 31 de octubre de 2010

El Ceibo: Una oportunidad de reinserción laboral con sentido social

El Ceibo es una organización cooperativa que se encarga de la recolección, separación, reciclaje y comercialización de residuos.

La asociación “El Ceibo” nació en 1989 cuando un grupo de recolectores callejeros (comúnmente llamados “cirujas”) tuvo la iniciativa de juntarse para poder transformar su actividad en un trabajo formal.

Para cumplir con ese importante objetivo, los recolectores se organizaron formalmente como cooperativa, hicieron capacitaciones, y profesionalizaron la actividad.
Uno de los principales objetivos fue el de dignificar la actividad de los “cirujas” pero sin dejar de lado la meta más importante a nivel comunidad y es el de lograr conductas sustentables entre un mayor grupo de personas.
El Ceibo tiene una zona de recolección que se extiende a lo largo y a lo ancho del barrio de Palermo. De ahí obtiene materiales secos como papeles y plásticos que le entregan en negocios, hogares y hasta oficinas.
El proceso de separación, clasificación y reciclado tiene lugar en la Planta Central de reciclaje ubicada en un enorme galpón ubicado en la zona de Retiro.
María Cristina Lezcano,  la principal impulsora del proyecto y actual presidenta de la organización, recibió en Marruecos un premio otorgado por la ONU por su labor y aporte no sólo a nivel ambiental sino social.
En aquella oportunidad Ma. Cristina dijo: “Para nosotros es súper importante, de no ser nada en la sociedad, porque la sociedad nos había convertido en nada y nosotros también nos sentíamos nada, hoy nos sentimos orgullosos de lo que hacemos y digamos es como que el trabajo da ganas de seguir adelante”. 

El Gobierno de la Ciudad promueve la creación de un registro de Recuperadores Urbanos con el propósito de nuclear a los trabajadores de la basura a través del Registro Único Obligatorio Permanente de Recuperadores de Materiales Reciclables y crear una base de datos a la vez que se trabaja para integrar al mismo en el marco de la Ley 992 y de esa manera adaptar la actividad al sistema de Higiene Urbana.
El Ceibo tiene además su lugar en las redes sociales. Facebook es la plataforma elegida para difundir su actividad, además a través de ella pueden mostrarle a mayor cantidad de  personas lo que hacen y también tener “amigos” o en otras palabras, gente que simpatice con la causa. 


Publicado por: Cintia